viernes, 15 de febrero de 2008

Licuefacción del Carbón
La conversión de la mayoría de tipos de carbón (con excepción de antracita) primordialmente a petróleo como hidrocarburo líquidos los cuales pueden ser substitutos de los combustibles estándar sólidos o líquidos usados para efectuar el transporte, y los requerimientos residenciales, comerciales, e industriales de combustibles. Los líquidos de carbón contienen menos azufre, nitrógeno, y ceniza, y son más fáciles para transportar y usar que el carbón padre (sólido). Estos líquidos son materias primas adecuadas de refinería para la manufactura de gasolina, aceite combustible de calentamiento, aceite diesel, combustible de avión, de turbina, aceite combustible, y productos petroquímicos.
La licuefacción del carbón involucra incrementar la proporción de átomos de hidrógeno a carbón (H:C) considerablemente desde cerca de 0.8 hasta 1.5-2.0. Esto puede hacerse en dos formas: (1) indirectamente, por primero gasificar el carbón para producir un gas de síntesis (monóxido de carbono y el hidrógeno) y luego reconstruyendo moléculas líquidas por Fischer-Tropsch o las reacciones de síntesis del metanol; o (2) directamente, por adición química de hidrógeno a la matriz de carbón bajo condiciones de presión y temperatura altas. En uno u otro caso (con excepción de la síntesis del metanol), se obtiene una gran variedad de productos, desde hidrocarburos gases ligeros hasta líquidos pesados. Aun las ceras, las cuales son sólido a la temperatura ambiente, pueden ser producidas, a merced de las condiciones específicas empleadas.